Análisis Resident Evil 7: Biohazard (PS4)

Tras haber escrito unas primeras impresiones hace mes y medio es hora de hablar de Resident Evil 7: Biohazard. El juego salió hace apenas una semana y, como me esperaba, ha cosechado muy buenas críticas. Y no es para menos, porque ahora sí han dado con la tecla.

Pero mejor vamos tras el salto y os cuento más en profundidad.

No creo que a nadie le pille por sorpresa el comentar que Capcom andaba perdidísima con la saga. No sólo sacaron una sexta entrega que sería mejor olvidar, sino que luego fueron llegando spin-offs cada vez peores (con la excepción de Revelations, que al menos era bueno). Tras tantos palos de ciego en el E3 se anunció que ahora iba a ser un juego en primera persona, que volverían a los orígenes y todo eso que prometen siempre. Pero esta vez era verdad.

Es fácil ver un vídeo de RE7 y pensar que es un Outlast más, pero no. Se parece mucho más a las entregas originales de la saga, simplemente cambiando los horribles controles y cámara para adaptarlos a la vista subjetiva. Hay puzzles, tenemos que encontrar llaves y reandar nuestros pasos, solucionar puzzles y, sí, liarnos a tiros con unos enemigos que nos pueden poner en una aprieto en según qué momentos.

Aunque durante la recta final sí es cierto que se acerca más a la acción que a la exploración (es normal, al final hay que acabar con los enemigos), siempre mantiene ese hilo de terror presente en todo momento. Porque el juego acojona que da gusto, desde el primer momento al último. La atmósfera es una de las mejores conseguidas y la tensión no desaparece en casi ningún momento. Siempre te puede salir algo que no te esperas.

Aquí además han sido listos desde Capcom y, aunque siga la historia de la sexta parte, se ubica en un escenario aislado, por lo que aunque hay referencias a otros elementos de la saga, aquí tienen libertad para hacer lo que quieran. De hecho quitando dos momentos puntuales, ni se mencionan a los habituales.

Este título cuenta la historia de cómo Ethan Winters, el protagonista, acude a rescatar a su novia desaparecida y se encuentra con que la casa donde presuntamente está secuestrada tiene más secretos de lo que pensaba. Porque aunque todo empiece con una familia de paletos pirados va más allá y tiene algunos giros de guión bien chulos.

También hay un montón de referencias a películas del género, como puede ser por ejemplo la escena de la comida de La Matanza de Texas, El Proyecto de la Bruja de Blair o una parte clavada a las películas de Saw. Se han puestos las pilas para bien y se han dejado de historias sin sentido y producciones más propias de Michael Bay, que es lo que todos buscábamos desde hace ya demasiado. Resident Evil 7 es un juego de miedo y todo se centra sobre ello, con mucho acierto además.

No sólo me refiero a los típicos sustos que te pueden pegar al pasar una puerta o doblar una esquina, porque ese es un recurso fácil y que, sorprendentemente, no usan demasiado. Los llamados jumpscares no son algo habitual, sino que el juego prefiere que juegues con inseguridad en todo momento. Hablo tanto de que las casas donde se desarrolla la historia dan mucho mal rollo como de, por ejemplo, un inventario limitado que nunca te deja hacer todo lo que quieras. Si quieres llevar muchas armas y munición, olvídate de otros objetos.

Pero obviamente lo mejor aquí son los escenarios y ese aire omnipresente de que va a pasar algo. La primera mansión ya da miedo con el pirado de Jack, el padre de la familia, rondando y delirando en voz alta, pero es que luego la cosa va a peor. No os quiero contar demasiado, pero si sois de los que pensáis que todo lo relacionado con niños pequeños da miedo, vais a flipar más adelante.

El juego me lo he pasado sin Realidad Virtual, por cierto, porque básicamente no quiero dejarme el dinero en ella. Pero sí he podido probarlo y, más allá de las limitaciones técnicas, es muy impresionante. Es de verdad el primer proyecto importante que tiene no ya la plataforma PSVR, sino la tecnología en general, y se ve que haciendo las cosas bien los resultados son brutales. De haberlo jugado así, estoy seguro de que me habría durado mucho más de las ocho horas y media que me duró.

Ahora la pregunta es: ¿debería Resident Evil 8 seguir los pasos de esta entrega? Definitivamente sí, eso está claro, pero no lo veo tan sencillo. No hablo a nivel de gameplay sino a nivel de historia. Este funciona porque la historia está contenida en sí misma y no depende de los desvaríos del pasado, por lo que no veo tan fácil seguir el camino de siempre sin que vuelva a parecer un spin-off. Pero quizá esto es lo que necesite la saga.

Irónicamente esta entrega ha sido un soplo de aire fresco porque se ha decidido a mirar al pasado y repetir lo bueno de las primeras entregas. No me gustaba nada la dirección que llevaban últimamente y me daban exactamente igual los nuevos juegos, pero aquí fue diferente desde el propio anuncio. La tercera persona en juegos de terror caducó hace mucho tiempo y los Amnesia, Outlast, PT o este RE7 son buena muestra de ello.

Lo que ha quedado al final es el mejor juego de la franquicia en siglos. Da miedo, hay muchos puzzles y exploración, los enemigos en su justa medida y tiene una buena historia sin momentos como pegarle puñetazos a una piedra como una catedral de grande o ciudades explotando. Esta vez sí merece la pena.

Resumiendo, Resident Evil 7: Biohazard es por fin lo que todos queríamos de la saga: exploración, puzzles y miedo y tensión constantes. Es una pena que hayamos tenido que esperar tantos años para ver un regreso triunfal como este, pero ahora ya sólo toca disfrutarlo.

Que no os engañe la primera persona, porque lo que hace RE7 es traer la saga clásica con una nueva perspectiva. Mantiene el nivel en todo momento, no desvaría en el guión, nos mantiene en peligro constante y usa sus muchos recursos y referencias para crear una de las mejores atmósferas de terror que recuerdo. Un acierto en todos los niveles.