¿Recuerdas cómo fue jugar a otros videojuegos después de ese que te marcó o se convirtió en uno de tus favoritos? Cuando lo intentabas con un plataformas después de Super Mario 64 y cómo todo parecía falto de imaginación. O cualquier aventura/action RPG después de Ocarina of Time, veías los mundos minúsculos y aburridos, sin vida. O después de Cheetahmen II, que hasta los otros juegos de mierda parecen medio buenos en comparación. Son experiencias que te joden un poco todo lo que viene después. Pues el caso más reciente que he tenido ha sido Doom. Da igual qué shooter probara después, que lo vería y pensaría «Doom es mejor, Doom tiene más acción, Doom es más sencillo, Doom es más rápido, Doom es más javi metal». Y ahora ha tocado enfrentarme a Wolfenstein II: The New Colossus en una vida post-Doom y os cuento cómo ha ido.
Ni bien, ni mal, sino todo lo contrario. La anterior entrega de la saga (The New Order) también la jugué tras Doom y no paraba de fruncir el ceño a cada rato. Pues bien, con The New Colossus no ha sido diferente. Al menos en su primera mitad, porque eso es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de analizarlo. La historia empieza con Blazkowicz reventado de cintura para abajo, incapaz de moverse sin una silla de ruedas y solamente el 50% de su salud disponible. Así es, medio héroe con media vida. Me parece una forma muy gratuita de aumentar artificialmente la dificultad, como si solamente te dejaran jugar con una mano y además los primeros niveles no son precisamente una maravilla del diseño, son muy poco inspirados y podrían ser de cualquier shooter del montón. No apetece explorarlos.
Si hubiera dejado de jugar a la mitad, le hubiera dado un suspenso como una casa, porque me parece un desastre. Las armas no dan la sensación de ser nada brutal, como uno esperaría en un juego de matar nazis, excepto cuando usas el cuerpo a cuerpo para mutilarlos y ya de paso morir tú un poco, porque durante las ejecuciones tú sigues recibiendo daño y como haya un solo enemigo cerca, morirás matando. Aunque el pecado capital es su historia. No porque sea mala, sino porque me da absolutamente igual, no necesito ninguna trama en un juego de tiros, con que me digan «ve a reventar cabezas» ya es suficiente, pero aquí han querido dar un trasfondo a B.J. que es un tópico con patas, rematado con unas escenas de trama actual que parecen guionizadas por un niño de 13 años al que le gusta escribir «nazi bueno el nazi muerto» en su agenda escolar (creo que casi todos hemos pasado por eso). Intentan darle una épica que no es necesaria si tiene una buena jugabilidad, cosa que no logran durante todo ese rato. Y toda la primera parte del juego es así, hasta que…
¡¡ESCOPETAS Y ULTRA FUERZA MORTAL PARA ACABAR CON EL PUTO REICH!! No quiero destripar la historia a nadie, pero llegados a un punto podremos elegir entre tres tipos de habilidades que cambian completamente el juego y pasa de ser un shooter mediocre a un festival de sangre y locuras. Esas habilidades son sigilo, ultra fuerza y otra que ni recuerdo, pero ya os imagináis cuál elegí… Efectivamente, ir corriendo y estamparte contra un soldado y verlo reventar en pedazitos hace que un partido de Blood Bowl parezca Pussy Bowl en comparación. No tengo ni puta idea de cómo es Blood Bowl, por cierto. Tras esa parte, encontraremos muchas más armas pesadas enemigas que antes, donde apenas veíamos unas pocas. El rayo para fundir puertas de acero y cajas que hará fosfatina a los enemigos, las ametralladoras ultra pesadas de los Übersoldats, los lanzaminas, los lanzallamas… Y, cómo no, la reina de todos los shooters: la escopeta. Aunque esta se encuentra antes, Blazkowicz tullido no hace que se pueda disfrutar de ella como golpeando enemigos y rematándolos cuando están tirados en el suelo.
Realmente parecen dos juegos hechos por diferentes desarrolladores, porque pasas de ir en silla de ruedas con pistolitas de mierda a subirte a lomos de un perro gigante que lanza fuego por la boca en las calles de Nueva Orleans rodeado de explosiones y caos, en contrapartida con los pasillos del comienzo. Y ese es otro punto importante, porque en la segunda mitad es donde están los mejores niveles (aunque la primera tenía Nueva York, pero tan destrozada que no podías reconocer ningún lugar), como la mencionada Nueva Orleans con su pantanos y su jazz hasta lugares que parecen sacados del mismísimo Doom con una ambientación espacial futurista que contrasta mucho con todo lo anterior, pero a nadie importa porque es divertido. La dificultad sigue siendo altísima (admito que en más de una y más de dos ocasiones he tenido que bajarla para pasar de algún punto extremo), pero no parece un parche como al inicio. Y todo esto me hizo odiar todavía más la primera parte de Wolfenstein 2, porque para llegar a lo bueno te tienes que tragar unas cuantas horas de mierda simplona y sin gracia alguna, todo ello para justificar una historia que llegados a ese punto me daba absolutamente igual hacia qué punto llevara, porque yo quería ir a soltar escopetazos y licuar enemigos como si no hubiera mañana.
Y, aunque no sea estrictamente parte del juego, toca hablar de El Tema™. La campaña publicitaria de The New Colossus se basó decir que matar nazis es bueno, algo que no sentó bien a todo el mundo. Concretamente a la derecha más rancia y casposa (la única que hay, por otra parte). O más bien a su vertiente copito de nieve especial, que se halló sorprendida cuando descubrió que un juego que lleva 25 años centrando su argumento en matar nazis, ahora hacía una campaña sobre eso. Incluso gente que no era de derechas temió que esta entrega estuviera enfocada más a los otros copitos de nieve especial (los que frecuentan Tumblr y se ofenden por absolutamente todo) que al público objetivo del juego. Y lo cierto es que algo de razón tienen, porque hay muchas decisiones en su diseño y desarrollo que me hacen pensar que las tomaron para gustar a todo el mundo y para llenar el cupo de diversidad obligatorio actual, no porque aportara algo al juego en sí. Pero tampoco es algo que molesta, simplemente está ahí.
Después de todo esto, ¿cómo puntúo a Wolfenstein II: The New Colossus? Pues con dos notas, advirtiendo que para llegar a la segunda hay que tragar mucha mierda. No haré una media de ambas, porque sería demasiado benévola para una parte y demasiado injusta para la otra, así que vosotros decidís.
La primera mitad de The New Colossus:
La segunda mitad de The New Colossus:
4 comentarios
Mashharder · 16/11/2017 a las 13:04
Ningún juego me puede justificar varias horas de aburrimiento para después empezar a ser bueno, porque con el poco tiempo que tengo para jugar no voy a desperdiciar tiempo pudiendo jugar a cosas que tengo esperando en cola y que son top de principio a fin.
El ruido que se hizo alrededor de este juego fue algo vergonzoso porque se veía a gente que en la vida había jugado a esto hablar de ello y hacerle promo sin parar because ‘muh agenda’ (e incluso las notas de x webs que todos conocemos) y por otra parte como dices los típicos rancios defendiendo lo indefendible. Ese circo alrededor del juego hace que la campaña promocional me desvenda un poco más el juego, por que lo único que veía por las redes era a payasos alabándolo o criticándolo por cosas que ni comparto, ni me importan.
Topofarmer · 16/11/2017 a las 14:53
El primer Wolfenstein (el reboot, me refiero), me parece de los mejores shooters que he jugado en mucho tiempo. Tiene sus momentos más lentos (por la mitad me pareció un poco así), pero luego… uf. A ver qué tal este.
Enekomh · 16/11/2017 a las 16:57
Esa foto en los metadatos del chino haciendo el saludo nachi es muy clickbait.
nmlss · 16/11/2017 a las 20:50
@Mashharder
Yo porque estaba «obligado» a pasármelo. Bueno, estaba OBLIGADO, sin comillas. Que luego el señor Topofarmer no me deja salir del gulag.
@Enekomh
No tengo ni puta idea de quién es, la verdad. He puesto «nazi» en el buscar de imágenes del blog y me ha salido ese.
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