Llega un año más la feria del videojuego a Barcelona, y durante tres días el Hotel Hesperia se llena de profesionales del más alto nivel. Miles de personas de toda España, e incluso muchos de fuera de esta, para ser parte del evento.
Y también un año más, un servidor ha tenido la suerte de poder estar presente en tal evento, así que después de comerme el estrés que conlleva sintetizar tantas cosas en tres días, me gustaría hacer una pequeña reflexión, o pensamientos, o como lo queráis llamar, y poner de forma escrita un poco la experiencia que he vivido.
El año pasado me pasé un poco y escribí una crónica detallada sobre mi vivencia durante cada día en tres artículos, sin embargo este año el bueno de Rafa Laguna (@RafaLagoon) ya ha hecho un pedazo de seguimiento exhaustivo por Twitter por el que le aplaudo muy fuertemente, así que si estáis interesados en este tipo de contenido, echad un vistazo a su cuenta. Así que como me parece un poco tonto repetir lo que ha hecho otro, y porque prefiero tirar a algo más corto y digerible como post mortem del acontecimiento, este año voy a hablar más del evento en general que de los momentos que lo forman, y a contar un poquito que sensación me ha dado todo esto.
Allé voy.
“Beyond Games”, es el eslogan de esta entrega de Gamelab. Y más allá de marketing en redes sociales, creo que se ha cumplido.
Eran muchos los temas a tratar con esta ideología.
Con esta nueva entrega se intentaba crear un espacio con más inclusividad, en lo cual se ha mejorado algo, añadiendo a más mujeres a un evento que carece bastante de representantes femeninos (el año pasado hubo sólo dos, de más de treinta ponentes), aunque aún queda camino, pues el plantel aún está un tanto desequilibrado.
Otro aspecto es la consciencia social, y es que me han sorprendido gratamente ver cosas como la charla de Christian Rouffaer, un representante de la Cruz Roja que intenta utilizar los videojuegos como medio para hablar sobre los crímenes de guerra, o el aporte de Rami Ismail sobre accesibilidad en videojuegos.
Pero creo que lo más destacable es que este ha sido un evento especialmente importante a nivel de hablar del videojuego como mercado. Se usa mucho la frase “la industria del videojuego” en todos los rincones de Internet a la hora de hablar de la esfera que engloba nuestro querido medio, sin embargo mucha gente parece olvidar lo que estas palabras conllevan. Los videojuegos son un negocio.
Por estúpida que suene esta obviedad, la mayoría de los que nos hemos involucrado con este sector lo hacemos desde la pasión, y a veces, es fácil pasar por delante lo grande que es este tinglado, y que existe un rastro de cadáveres de los que han quedado en el camino intentando ser grandes indies o crear empresas de éxito por culpa de dejar de lado la parte de negocios que conlleva y centrarse tan solo en la producción, que es lo que les interesa a nivel personal.
“Even if you don’t give a shit, the people with the money certainly do”.
-Rami Ismail, Gamelab 2018
Estas son las palabras que daba en la feria el gran gurú de los indies, y es que esto es un gran problema que plaga a los estudios independientes a nivel global, pero que especialmente se nota localmente, y que fue patente en las últimas charlas del evento.
En una mano, tenemos a desarrolladores indie españoles hablando de la mala posición en la que están, sin nadie que esté dispuesto a tirarles un hueso, y ante un mercado con una barrera de acceso cada vez más difícil de pasar. En la otra, a representantes de las distintas uniones laborales del videojuego español, con una clara falta de comunicación y un desacuerdo que tan solo entorpece el ya de por si mal panorama.
Sin embargo, pese a toda la negatividad que se ha visto, la feria ha dejado ver la voluntad de mejora de los desarrolladores que hay en España, ya que, pese a todos los obstáculos que se ponen por delante de la comunidad, toda la gente que la forma mantiene una ferviente pasión por crear juegos que los mueve hacia delante y permite crear más y mejores juegos. Y esto se traduce en un mercado que crece anualmente y en el que se nota con gran diferencia una mejora en calidad constante a medida que avanza el tiempo.
Creo que todos sabemos el asco que da el mundo real, y especialmente lo malo que es tener que desarrollar juegos trabajando en un sitio que te pone todos los impedimentos, sin embargo, tras estar en esta feria y ver a tanta gente apasionada por el medio y con ganas de luchar por materializar sus ilusiones en formato digital, he salido de este evento con algo más de esperanza y motivación que con las que he entrado.
El futuro del videojuego español es prometedor.
2 comentarios
Topofarmer · 02/07/2018 a las 13:02
Por lo que me han dicho, la «mesa redonda» entre las dos asociaciones de videojuegos de España fue un lanzamiento de mierda constante entre una y otra. Un buen reflejo de la industria en este país, donde los egos hacen que no llegue a avanzar nunca.
Quedan los indie, sí, pero pueden hacer hasta donde pueden hacer. No les puedes pedir a cuatro tíos en su casa que empujen al país entero. Bastante hacen ya con no morirse de hambre.
Ignis Dino · 02/07/2018 a las 15:50
Lo has clavado XD Es exactamene lo que dices, la mesa redonda fue pura carnaza, y hasta ellos mismos dijeron tus mismas palabras, que los indies se mueren de hambre, pero la cosa sigue como sigue 🙁
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