Por qué Crash Bandicoot 1 es una mierda, Crash otra; y si te gusta, tú otra

Este pasado viernes salió Crash Bandicoot N. Sane Trilogy con la trilogía formada por tres juegos, de los cuales se incluyen tres (3) en este recopilatorio de tres juegos. Si no os queda claro cuántos juegos hay, creo que en la portada hay alguna referencia a ello.

El caso es que lo compré, como imagino que habréis hecho muchos con Switch, y empecé a rejugarlos. Aunque lo ideal hubiera sido empezar directamente con el decente, Crash Bandicoot 3, pensé que sería buena jugarlos todos, empezando por la entrega original. Menudo error, porque menuda basura de juego.

Sólo voy a hablar de esta primera entrega, porque ahora mismo estoy aún a medias con la segunda. No sé si hablaré de Crash Bandicoot 2 y Crash Bandicoot 3, pero desde luego me quiero despachar a gusto con este.

Que conste que me he pasado las tres entregas quinientas veces en PlayStation, pero desde luego mi memoria había borrado lo horrible que era el primero. Es un cúmulo de niveles mal diseñados, dificultad artificial, cheap deaths (no sé cómo traducir esto), y todo ello coronado con lo mongolo que es Crash.

Porque sería gracioso y edgy en los 90 (nunca lo fue), pero ahora es Poochie. Si Crash fuera youtuber saldría en todas las imágenes de sus vídeos con la boca abierta.

Todo el mundo coincide en que el primer juego es, de largo, el peor de la saga. La mayoría de niveles desesperantes están aquí y no como algo bueno. Hay miles de plataformas difíciles, incluso mucho más. Por poner un ejemplo, Super Meat Boy llega a desesperar por lo complicado que es a veces, pero en todo momento sabes que la culpa es tuya. Aquí no, aquí la sensación de que el juego te está toreando es constante.

Esto se debe a una combinación de mil cosas, desde lo mal que funciona la cámara desde atrás para hacer cualquier cosa mínimamente precisa a que Crash se resbala si tocas cualquier borde al saltar, pasando por un diseño hecho para matar al jugador. A veces parece The Impossible Game o I Wanna Be The Guy. No es de extrañar que las siguientes entregas cambiaran muchísimo y dejaran de ser así.

No se en qué cabeza entraban diseños como el de High Road, por ejemplo. Os lo ilustro:

No es divertido. Es un nivel hecho para putear en el que necesitas hacer saltos precisos (hay trozos de suelo que se rompen y te matan si caes en ellos), saltar encima de tortugas para coger impulso y tener la suerte de no caer cerca de una, porque es fácil que te maten. Y se debe a que Crash no es ágil, al contrario.

Los movimientos de Crash son pesados y lentos siempre, y el juego carece de ese flow que sí que tienen otros plataformas. No puedes ir corriendo y saltando a la vez que mides ritmos, porque el juego no está hecho para que lo hagas. Te toca parar si no quieres morir porque sí. Alguna mierda se inventan con el objetivo de que palmes. Da igual lo injusta que sea.

E igual que está este High Road de abajo hay niveles completamente a oscuras en el que se ilumina con Aku Aku (por lo que si te tocan estás fuera), niveles con unos bichos que hacen que te gires y caigas al vacío (WTF), más niveles en puentes sobre las nubes, niveles con distancias eternas entre checkpoints… Un desaguisado de puta madre.

Además leo por ahí que una de las razones por las que es tan incómodo este Crash 1 es porque la cagaron con las físicas del remake. Eso desde luego explicaría muchas situaciones que me dieron ganas de tirar la Switch por la ventana. Pero aun con ese error, el problema base sigue estando, que no es otro que el diseño de niveles.

En general cuanto más avanza el juego más se nota lo puta mierda que es. Porque al principio es una mierda, pero te lo pasas fácil. Al final el juego se dedica a intentar matarte y tú a esquivarlo. Y por mucho que se pongan los fanboys, eso no es un buen juego. Muestra de ello es que en la secuela ya no pasa. Vamos, que hasta ellos vieron la mierda que habían parido.

El remaster muy bonito, por cierto. Aunque no a resolución nativa en Switch.